martes, 10 de mayo de 2011

El columpio

Me cruzo con un par de adolescentes, van pintadas como cromos, los labios rojo rabioso, los ojos iluminados de azul, el rimmel en las pestañas, en sus mejillas florece el colorete...

- ¡Corre que está libre! - empuja la una a la otra.

Las jovencitas no suelen coger taxis, me pregunto si habrán visto a algún chico guapetón. Me vuelvo y las persigo con la mirada: en unas zancadas se plantan en el parquecillo infantil y se montan en los columpios. De un impulso están volando hasta el cielo. Las oigo reír desde aquí. Yo también me río. El aire corre el rimmel de sus ojos, se lleva el artificio, el columpio les ha devuelto esa infancia que quieren abandonar pero en la que siguen sumergiéndose a ratos. Entre el cielo y la tierra, vuelan como niñas tocando las nubes con las puntas de los pies, para aterrizar con la ligereza de la juventud recién estrenada.


2 comentarios:

Javier dijo...

Muy bonito

Rocío Romero dijo...

¡Qué bonito!
Te encontré ;-)